En el mercado hay gran variedad de tamaños, formas y materiales de relleno que determinan el tacto, la altura y la firmeza de la almohada.
Para acertar en nuestra decisión debemos tener en cuenta la postura preferida a la hora de dormir, si nos movemos mucho durmiendo y contemplaremos también posibles alergias y dolencias musculares o óseas.
Te recomendamos también que pruebes tu almohada antes de comprarla.